Estoy sedienta de sentimientos,
de mis dedos salen palabras abortadas.
Mi cuerpo sufre las llagas de la sequía.
Mi alma se encoge y empequeñece ante la grandeza
de lo que podría ser y no es.
Lágrimas rojas recorren mi rostro
impasible.
Inmutable, frío, árido.
Déjame llenarme de ti
torrente, torbellino, huracán.
Fecunda mis sentimientos con tu pluma,
calma mis heridas con la pócima de tus deseos,
engrandece mi alma con tus palabras,
seca mis lágrimas con tu aliento.
Arróllame toda entera
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