viernes, 8 de abril de 2016

LA BUHARDILLA

El corazón se le iba a salir por la boca.
A medida que ascendía por la escalera caracol que daba a la buhardilla donde él se hospedaba, la respiración se le  iba acelerando.
 Había estado imaginando cosas…Cuando abriera la puerta lo abrazaría, lo besaría. Un largo beso en la boca, sintiendo su sabor, metiéndose en su cuerpo  y su mente a través de su aliento, y él respondería a ese beso con toda la ternura de sus manos, de su piel.
Tocó el timbre. Esperó unos segundos. No podía oír nada, el sonido de su corazón no se lo permitía. La puerta se abrió  y ese corazón, que no había parado quieto un momento, se paralizó, la respiración se cortó y sus ojos se inundaron de amargura.
Sin articular palabra, sílaba,  sonido,  se dio la vuelta sujetándose a la barandilla para no perder el equilibrio.
La mujer que abrió la puerta se le quedó mirando perpleja mientras la veía desaparecer con ritmo titubeante.


LLÉNAME DE TI

Estoy sedienta de sentimientos, de mis dedos salen palabras abortadas. Mi cuerpo sufre las llagas de la sequía. Mi alma se encoge y ...