viernes, 7 de julio de 2017

ENCUENTROS

Este texto, compuesto  por cuatro historias que se desarrollan en el mismo espacio físico, ha sido escrito por diversos autores/as de diferentes nacionalidades (española y sudamericana principalmente) entre las que me incluyo. Todos y todas  hemos aportado diferentes textos que han sido adaptados por Gil Gonzalez, autor argentino.  
otros autores: Gusandro, Jessica, Beatriz, Soledad, Paula Urabayen 



Cocinera-¿Qué leías?

“Me fui en la madrugada fría, cuando el silencio aún desnudaba las calles, me fui llevándome tu aroma en mis bolsillos y a esa pequeña risita que ahora resuena en mis oídos como una dulce melodía.
Me fui alejándome de vos, pero mi pensamiento, ese ser lleno de fantasías y de sueños incompletos vuelve a vos una y otra vez, convirtiéndose sin pretenderlo en un mendigo buscando un poco de alimento, un refugio para guarecerse del temporal de la vida que nunca se cansa de abatir al alma con su fuerza.
Me fui, pero aún te llevo entre mis dedos, pequeñas prolongaciones que saben que ya no podrán rozarte, que ya no podrán temblar al deslizarse por tu piel pero que te dibujan una y otra vez intentando apresar cada uno de tus detalles.
Me fui, pero sé que algún día voy a volver, que te buscaré de nuevo, en la misma esquina, en el mismo lugar en el que un día te encontré.
Sé que esta tormenta que se instaló en nuestras vidas por fin amainará”

Mozo-No te rías
Cocinera-No, pero me río de los nervios. Es hermoso
Mozo-Fue apenas terminó una relación… estaba muy dolido en ese momento
Cocinera-Sí, sé lo que es. Te entiendo-Lo mira a los ojos


Pasó un rato…


Cocinera-¿Todo bien?
Mozo-Sí, ¿Por qué?
Cocinera-Estás raro
Mozo-Es que-Se queda callado unos segundos-Es la primera vez que se repite…

Un lugar casi vacío con una mesa sola.


Primera historia.


Una mujer se sentó en la mesa, espera a un hombre.
Entra, se abrazan.
Ella-¿Viniste?
Él-¿Cómo no voy a venir?
Ella-No te puedo explicar lo que esperé este momento.
Se vuelven a abrazar. Se sientan en la mesa.
Ella-Ese día que llegué a casa y te vi, pensé que me moría ahí. Tal vez hubiera sido lo mejor para nosotros
Él–No, nunca más digas eso
Mozo-Permiso-Sirvió la comida
-Gracias-Se fue
Ella-Estás hermoso
Él-Vos también
Ella-Tanto tiempo sin verte, mi amor. mi amor…-Le acaricia la cara
Él-No dejemos que la nostalgia nos siga ganando. Es sólo por hoy
Ella-Tenés razón.¿Querés bailar?
Él-¿Cómo negarme?
Ella-Eso fue lo que dijiste aquella noche cuando nos conocimos y te pregunté si querías bailar ¿Te acordás?
Él-Me acuerdo, me acuerdo perfectamente

Mientras bailan.

Él-Cuánto hacía que no bailaba
Ella-¿Te puedo decir algo?
Él-¿Qué?
Ella-No te enojes… pero seguís siendo muy malo para los lentos-Se ríen

Vuelven a sentarse en la mesa.

Él-Cuando llegué estabas escribiendo algo, ¿Qué era?
Ella-Esto-Se lo da y él lo lee en voz alta.
“No volví a pintar camelias, la tarde que te fuiste mi mundo cambió. Descubrí que las historias no eran eternas, que los amores invencibles pueden ser lacerados por el fuerte viento. Ya no me siento en el balcón, mi frágil corazón arrasó con los días de la primavera. No volverás, porque los hombres también se van vivir al cielo, porque no todas las orugas pueden hacerse mariposas. Y las rosas desafían el azul del cielo, pero siempre mueren. Murió nuestro amor, no volverás.
Él-Unos minutos que tardo y escribís eso, ¿Sabés el viaje que tuve que hacer para estar hoy acá?
Ella llora.
Él-No llores. La vida es un regalo hermoso, disfrutalo. Yo siempre te voy a estar esperando allá

Terminó la noche.

Cocinera-¿Qué hacemos con toda esta comida?
Mozo-Una promesa de que en esta fecha iban a volver a cenar acá, antes que pase lo que pasó, y vino ¿Podés creer que vino?

Al otro día.

Preparando las cosas para la cena de esa noche…

Cocinera-No tirés la cáscara de la banana en el piso
Mozo-No encuentro el tacho de basura, igual ahora tengo que barrer
Cocinera-Pero si la pisa alguien se puede caer
Mozo-Mirá a Marco, no deja de mirar la ventana
Cocinera-Y el jefe todavía no vio lo peor…

Entra Marga…

Marco-¿Por qué viniste, Marga? Si nunca viniste
Marga-Quería probar el café que hacen acá
Marco-Bueno, probalo sola. Me voy a trabajar
Marga-Pará, vení
Marco-¿Qué pasa?
Marga-Vine porque no quería que te fueras de mi vida sin despedirte. No tenés ninguna razón para irte así
Marco-Leí tus mensajes, Marga, todos tus mensajes
Marga-¿Leíste mis mensajes? ¿Invadiste mi intimidad y mi espacio?
Marco-Vos abriste esa puerta primero. No estoy orgulloso pero por fin dejé de vivir en una mentira. Ya no existís para mí
Marga-Dale, Marco
Marco-¿Dale qué?
Marga le quiso dar un beso y él le corrió la cara.
Marga-Está bien, me voy
Marco-Sí, andate
Marga-Sí, me voy
Se estaba yendo, pisó la cáscara de banana y se cayó.
Marga-¿Pero quién fue el pelotudo que tiró esto en el piso?
Mozo-Perdón
Marga-¡Boludo!-Se levantó, se fue y la cocinera y el mozo se empezaron a reír.

Segunda historia.

Él-¿Tardé mucho?
Ella-Un poco pero siempre tengo un libro para leer
Él-¿Qué leías?
Ella-A Tolstoi-Pensativa
Él-¿En qué te quedaste pensando?
Ella-Cuando estuvimos en Lima. Lima es muy propia, cada uno sabe a qué rincón pertenece
Él-Me estoy perdiendo ¿Qué pasó que me citaste en este lugar?
Ella-Tenemos que hablar. Me voy
Él-¿Adónde? Si acabo de llegar
Ella-No… voy a estudiar a otro país y no voy a volver. Ya no
Él-¿Cómo que te vas? ¿Y nuestro amor?
Ella-Para mí el corazón en un rincón aparte, de esto te hablaba antes, de lo que somos en verdad las personas y lo tenemos que cuidar. Nuestro amor va a tener lugar en ese rincón para siempre y eso no es para todos. ¿Y qué mejor forma de cuidarlo? Si estás ahí como estuvimos hasta ahora, va a estar sano
Él-¿Y no es mejor cuidarlo juntos?
Ella-Sí, claro que sí… pero no podemos.
Hubo una pausa larga en silencio hasta que volvieron a hablar.
Cuando se estaban yendo, antes de salir, se besaron por última vez.

Cocinera-Y vos
Mozo-¿Y yo qué?
Cocinera-¿A qué rincón pertenecés?
Mozo-También. A todos los de mi barrio
Cocinera-No estoy hablando de esos rincones
Mozo-En todos esos lugares está el rincón al que pertenezco. Pero ¿Sabés? Los rincones no son para pertenecer, podés extrañar mucho cuando no pertenecés más
Cocinera-Siempre vas a pertenecer
Mozo-¿Aunque no esté?
Cocinera-Aunque no estés…

Tercera historia

Ella-Tengo que hablar con vos
Él-Decime, ¿Qué pasa?
Ella-Estuve pensando y no podemos seguir así. Te noto distante, te comportás de una manera muy diferente a la que estoy acostumbrada. Creo que lo mejor va a ser que nos demos un tiempo para pensar qué es lo que queremos
Él-No sé qué decir
Ella-Decí lo que pensás, sólo eso
Él-Ya lo dijiste todo por los dos. Querés dejarlo, aunque sea por un tiempo pero dejarlo al fin y al cabo. Quien sabe si definitivo
Ella-¿No pensás lo mismo?
La besa y le dice,
Él-No puedo vivir sin vos. No soy nada si no estás, estoy incompleto. Me hiciste creer de nuevo en el amor y ahora por la simple rutina, o creer que todo está hecho, me dejo llevar… arrastrándome a la desidia dejándote de lado. Perdón, no quiero perderte. Antes que te vayas quiero que lo sepas, te amo con todo mi ser, pero si querés dejarlo…
Ella se va sin decir nada.
Él llama a otra mujer,
Él-Listo. Ya me dejó
Ella-¿Ahora podemos ser una pareja formalmente?
Él-Sí, mi amor
La ex novia pensó que no podía irse sin decirle nada. Volvió, lo escuchó hablando por teléfono y gritó.
Ella-Estaba escuchando, ¿Te comportaste así este último tiempo para que yo te deje a vos, cagón? ¡Sos un hijo de puta!-Agarró uno plato de la mesa, se lo rompió en la cabeza y se fue.

Cuarta historia.

Él-¿Cuántas veces pensaste qué hubiera sido si..?
Ella-Muchas. Me llené de pasados y olvidé el futuro.¿Vos?
Él-También, millones
Ella-Teníamos 18 años. Llenos de esperanza, alegría y esa inconsciencia deliciosa que a nada le teme, propia de la edad pero-La interrumpe-Pero se metió la muerte en el medio. Éramos unos niños con el alma ya vieja de repente y unidas en el dolor más insoportable que una persona puede sufrir, caminando juntos con el corazón que se fue con ella.
Ella-Quizás es ella la que nos vino a dar este regalo de seguir juntos hace casi 16 años
Los dos se quedaron en silencio hasta que se fueron. Miraron al cielo con la certeza metafísica de encontrarse con su hija, que un día antes que naciera, se enteraron que iba a morir a causa de una enfermedad genética grave que no fue debidamente detectada durante el embarazo.

Un tiempo después…

Cocinera-Nunca comimos juntos acá
Mozo-Y no lo vamos a hacer
Cocinera-¿No?
Mozo-Hoy, por fin…-La mira-Vuelvo al barrio, hoy vuelvo a casa
Cocinera-Espero que ya no tardes tanto en bañarte



LLÉNAME DE TI

Estoy sedienta de sentimientos, de mis dedos salen palabras abortadas. Mi cuerpo sufre las llagas de la sequía. Mi alma se encoge y ...